martes, 22 de septiembre de 2020

Un par de reflexiones de Jorge Laverón

 


 

Reflexión

 

 


Un año de parón, un año sin toros, va a provocar una crisis de la Fiesta que tiene mal arreglo, las consecuencias si no se remedian, pronto pueden ser fatales para el futuro de los festejos taurinos, por un lado es notorio el desinterés de la Administración Central y de los ministerios, que de alguna forma son responsables, como Cultura, Agricultura, Interior, etc…, tampoco parecen  proclives a tomar medidas salvadoras las autonómicas y las locales, por otra parte es notorio el anquilosamiento enfermizo del sector empresarial, ANOET y otros, que siguen viviendo del pasado, a esto hay que añadir la ancestral desunión de los protagonistas, ganaderos y matadores, con fuerza para plantar cara a los gobiernos, no olvidemos los factores externos, los “animalistas” subvencionados por la industria de las mascotas, la dependencia de la cultura anglosajona, el buenismo, todo esto nos ha llevado a la desertización del campo, la despoblación rural, la crisis agrícola y ganadera, el peligro, cada vez más tangible, del hambre, lo que se traduce en un profundo despego de los pueblos para levantarse a defender, a luchar por una Fiesta que es suya, la Fiesta de los pueblos, la Fiesta de los Toros.

Recuerdos contra el pesimismo                                                                 

  “Para no caer en el pesimismo que este año nos asola, en vez de recordar los atropellos a la Fiesta perpetrados en la Comunidad de Madrid por la presidenta Ayuso con el silencio aquiescente de Miguel Abellán, Director de Asuntos Taurinos, prefiero escribir un sentido homenaje a aquellos “maestros” que nos han dejado, así Dámaso Gómez “El León de Chamberí”, aquel 16 de septiembre de 1973 en las Ventas de Madrid, con un toro de Murteira Grave, Dámaso toreó de forma sensacional a la verónica, el Dámaso de Madrid paró los relojes, como un Romero o Paula, con la muleta bordó el natural, lentos, soberbios, arrogantes; recordar al maestro portugués Mario Coelho, excepcional banderillero y torero muy serio, templado y poderoso: a Juan José, el torero charro puro y limpio como el cristal y al valentísimo Rubén Sánchez, el torero héroe en tantas tardes de verano madrileño en las Ventas, durante los años 70-80 frente a los toros más difíciles; para terminar recomiendo la entrevista de J.D. Mondeño publicada en el diario “El Mundo” el pasado 24 de agosto al genial Diego Bardón el torero “pírrico” y sabio, vecino de Fuente del Maestre (Badajoz)



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